La vida aparentemente perfecta de Emilia comienza a romperse en pedazos cuando conoce a Daniela, una talentosa escritora que acaba de volver a México después de pasar varios años en el extranjero y que luce escalofriantemente parecida a la mujer de las pinturas de su futuro esposo.
¿Acaso Daniel mintió todo este tiempo? ¿Existe la posibilidad de que todo sea una casualidad?
Emilia cree estar dispuesta a todo para no perder al amor de su vida, pero ¿podrá interponerse entre dos almas gemelas?
Ficha Técnica
Autor: Gilraen Eärfalas
País: Mexico.
Año: 2024
Genero: Novela Romántica.
Subgénero: Ficción, Drama, Contemporáneo.
Temas: Apegos, Amor Propio, Engaños.Número de Libros: 1
Opinión Personal
Puntuación que le doy: 9/10
La recomiendo: Si
La volvería a leer: No
Reto desbloqueado: No Aplica.
Es la primera vez que termino una novela con la certeza de que no la volvería a leer, no por falta de calidad narrativa, sino por el nivel de indignación que despertó en mí. Y eso, curiosamente, es también un mérito: cuando una historia te sacude con tanta fuerza, es porque algo hizo bien.
Emilia lleva una vida tranquila, con todo aparentemente en su lugar. Por eso, sus celos y obsesión con la mujer de la pintura parecen, al inicio, un reflejo de un trauma no resuelto, un patrón repetido donde el drama era su zona segura. Sin embargo, conforme avanza la historia y vamos descubriendo junto a ella nuevos espacios, personas y secretos, entendemos que incluso las aguas más calmas pueden esconder remolinos intensos… y Emilia cae de lleno en ellos.
Todos merecemos un amor completo. Y ese, quizá, era el mayor miedo —pero también el motor— que habitaba el pecho de Emilia. Aunque no hubo una traición física, el alma y el corazón de Daniel siempre le pertenecieron a otra. Emilia fue su reemplazo emocional, un refugio a medias.
Daniel, es un hombre estoico, excéntrico, con un ego tan grande como su aparente humildad. Un personaje sin responsabilidad afectiva, que ni siquiera fue capaz de ofrecer una explicación honesta cuando su amor por otra mujer quedó al descubierto. Aún así, no pude evitar sentir empatía con su dolor: fue internamente fiel a ese sentimiento, aunque fue egoísta con el mundo que lo rodeaba. Se encerró en su pasado, usando su casa, su arte, su estatus y hasta su prometida como un velo que cubriera su miedo a no haber sido suficiente para la mujer que amó.
Emilia, en cambio, es un personaje de una fortaleza admirable. Se mantuvo con la frente en alto, procesando cada revelación con dignidad. No rogó por explicaciones que ya no importaban. No se aferró a un lugar donde no era amada por completo. Y se fue. E irse es un acto de valentía profunda, especialmente cuando estamos en espacios donde no se nos valora, donde no nos quieren de forma íntegra, donde no podemos ser nosotros mismos.
Angie W. Niconella
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