martes, 3 de junio de 2025

La Guerra - Blackwater IV

 

La Guerra
Sinopsis: Una saga matriarcal. Mujeres poderosas que luchan por el dominio durante generaciones. Una atmósfera única para una lectura adictiva. Un retrato realista con toques sobrenaturales.

Comienza una nueva era para el clan Caskey: la persistencia y el trabajo duro de Elinor en Perdido por fin parecen dar sus frutos. Su control arraiga en los hogares de un pueblo que en el pasado desconfió de sus intenciones. Sus enemigos, poderosos antaño, decrecen en número y pierden fuerza. El conflicto armado en Europa trae sangre nueva a Perdido.









Ficha Técnica

País: Estados Unidos.
Año: 1983
Genero: Novela Misterio.
Subgénero: Drama, Suspenso, Gótico.
Temas: Familia, Matriarcado, Criaturas Acuáticas.
Número de Libros: 4/6 - Hexalogía
Saga Blackwater



Opinión Personal

Puntuación que le doy: 9/10
La recomiendo: Si
La volvería a leer: Si
Reto desbloqueado: No Aplica.

La historia va madurando, al igual que sus personajes. Llegamos a un punto álgido, con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo, actuando como un antagonista silencioso que potencia los conflictos internos de la familia Caskey. Las estructuras familiares comienzan a cambiar: ya no se sostienen por el miedo ni el control psicológico de Mary-Love, sino por la presencia firme, casi sagrada, de la nueva matriarca, Elinor, cuya autoridad nace de la experiencia, el misterio y la fuerza silenciosa.

Carl, una sombra aún latente, regresa al pueblo como militar. Esta vez no se esconde: ataca la casa de Oscar, y con ello, hiere indirectamente a Frances. Esta agresión despierta la ira de Elinor, quien finalmente acaba con él. A pesar de su historial criminal, se percibe que Elinor tardó en tomar esta decisión definitiva, quizás por respeto a los procesos de su familia o porque necesitaba la provocación final para justificar lo inevitable. Carl, responsable de maltrato físico y psicológico, y de la violación brutal de su esposa, representa todo lo que Elinor no tolera: la violencia sin propósito, el dolor como costumbre. Su eliminación no se vive como un crimen, sino como justicia poética.

Uno de los cambios más hermosos de esta entrega es el acercamiento entre Miriam y Frances. La muerte de Mary-Love parece haber sido necesaria para que germinara una verdadera fraternidad entre ellas. Sin embargo, la crianza de su abuela sigue marcada en la personalidad de Miriam, quien sorprende con su reserva, pero también con su determinación. Su partida a la universidad, planificada en silencio, revela la profundidad de su carácter. Nadie lo esperaba de ella, y eso hace su decisión aún más poderosa.

Mientras tanto, la meticulosa operación económica de Oscar, guiada por los consejos certeros de Elinor, sigue fortaleciendo a los Caskey. Su riqueza no se construye desde la codicia, sino desde una inteligencia colectiva que cuida también al pueblo. Perdido, lejos de colapsar durante la Gran Depresión, encuentra un equilibrio gracias a que sus líderes familiares actúan con visión comunitaria. Aquí, la magia y el dinero coexisten en una danza que, aunque discreta, es profundamente transformadora.

Travis, un enemigo silencioso desde el libro anterior, regresa para reafirmar una de las críticas más duras de la saga: la manera en que los hombres han usado históricamente su cuerpo como instrumento de poder. La violación de Lucille es uno de los pasajes más crueles y desoladores de toda la historia. Travis, amparado por la oscuridad y la fuerza física, la degrada brutalmente. La indignación que este acto despierta encuentra su catarsis cuando Frances, consciente de lo que es, de lo que puede hacer y de lo que representa, se rinde a su monstruosidad y acaba con él sin vacilación. En ese acto, la criatura sobrenatural que habita en Frances se alinea con un principio moral mayor: la protección de su comunidad.

El final, melancólico y lleno de simbolismo, ofrece un respiro. James se despide de su hija con una canción de cuna que canta a ocho kilómetros de distancia. La niña, en el campo, la escucha con el corazón. Esta escena mágica cierra la novela con una nota dulce y triste a la vez, donde lo imposible se vuelve real por la fuerza del amor. Grace, ahora junto a su prima y pareja, cría al hijo nacido de una violación, no como una carga, sino como un acto de reparación y ternura. Ese niño es la semilla de algo nuevo en la saga, y también un símbolo: el dolor no siempre se hereda, a veces se transforma.



Angie W. Niconella


Anterior libro de la saga: La Casa - Blackwater III
Siguiente libro de la saga: La Fortuna - Blackwater V


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