sábado, 31 de mayo de 2025

La Riada - Blackwater I

 

La Riada

Sinopsis: Una saga matriarcal. Mujeres poderosas que luchan por el dominio durante generaciones. Una atmósfera única para una lectura adictiva. Un retrato realista con toques sobrenaturales.


Las gélidas y oscuras aguas del río Blackwater inundan Perdido, un pequeño pueblo al sur de Alabama. Allí, los Caskey, un gran clan de ricos terratenientes, intentan hacer frente a los daños causados por la riada. Liderados por Mary-Love, la incontestable matriarca, y Óscar, su obediente hijo, los Caskey trabajan por recomponerse y salvaguardar su fortuna. Pero no cuentan con la aparición de la misteriosa Elinor Dammert. Una joven hermosa pero parca en palabras con un único objetivo: acercarse a los Caskey cueste lo que cueste.




Ficha Técnica

País: Estados Unidos.
Año: 1983
Genero: Novela Misterio.
Subgénero: Drama, Suspenso, Gótico.
Temas: Familia, Matriarcado, Criaturas Acuáticas.
Número de Libros: 1/6 - Hexalogía
Saga Blackwater



Opinión Personal

Puntuación que le doy: 9/10
La recomiendo: Si
La volvería a leer: Si
Reto desbloqueado: No Aplica.

Llevaba ya varios meses viendo esta historia circular entre las reseñas de lectores a los que sigo con regularidad. La curiosidad había nacido, pero sin el ánimo suficiente para empezar una nueva saga, sobre todo después del bloqueo lector que me provocó "Un pacto de almas perdidas". Sin embargo, un impulso me llevó a abrir el primer tomo, y la sorpresa fue tan grata, que terminé leyendo la saga completa en apenas tres días.

La estructura narrativa de Blackwater es uno de sus mayores aciertos: una historia bien hilada, con una narrativa limpia y sencilla, que equilibra con acierto los elementos cómicos, dramáticos, de suspenso y de acción. El lector se mantiene atento, interesado, pero nunca sobrecargado. No hay excesos, no hay saturación, y eso —en un mundo editorial que muchas veces se pierde en adornos innecesarios— es una virtud que agradezco profundamente.

Cada libro es breve, lo que permite avanzar rápidamente sin fatiga. Además, la continuidad entre tomos es inmediata: no hay pausas temporales entre un final y el inicio del siguiente. Aun así, cada parte tiene su identidad y conecta con precisión con el conjunto. Es una experiencia de lectura que fluye, sin tropiezos ni repeticiones.

En cuanto a La Riada, primer libro de la saga, lo leí con la nostalgia que despierta el pasado. Desde nuestro tiempo, el año 1900 parece más simple, más directo. No pretendo romantizar sus costumbres, pero sí reconozco que en esa época había menos sobreestimulación, y más claridad en el propósito de vida. Las personas creían en la palabra, y eso —incluso hoy— me resulta valioso. Tal vez por eso nadie jamás se cuestionó el origen de Elinor.

Los personajes son fáciles de seguir. No hay descripciones excesivas, pero sí la información necesaria para que el lector construya imágenes propias y claras en su mente. La historia fluye con naturalidad, sin la pretensión de desarrollar psicologías complejas, pero sin caer en la superficialidad.

No me quedó del todo claro si Óscar y Elinor se casaron por amor o por costumbre. En esa época, pasar tiempo con alguien podía ser motivo suficiente para un matrimonio. Desde nuestra temporalidad, es difícil juzgar esos códigos. Me queda esa duda sin resolver, pero no me incomoda: es parte del encanto de esta historia ambientada en otro tiempo.

Destaco, sin lugar a dudas, la presencia de Mary-Love, matriarca fuerte y dominante. Es el reflejo perfecto de la madre narcisista y controladora, que no desea que sus hijos tengan vida propia. Dentro del universo narrativo, su conducta se justifica, se defiende y hasta se normaliza. Pero desde una mirada contemporánea, se reconoce como el tipo de toxicidad familiar que estamos intentando erradicar en muchas culturas del mundo. Me pareció también un espejo de cierto "empoderamiento mal dirigido" que a veces se promueve hoy: donde la crueldad se disfraza de sinceridad y los intereses propios transgreden límites ajenos en nombre de la felicidad personal. Tal vez el empoderamiento femenino deba proteger con más cuidado esa línea delgada entre la fortaleza y la imposición.

Dicho esto, no puedo negar que Mary-Love tenía un gran olfato. Su rechazo hacia Elinor nunca tuvo una explicación sólida más allá del ego, pero en el fondo, supo siempre que Elinor no era un ser común.

Sobre Elinor, solo diré que es un misterio encantador. Y esta es la primera vez que no busco spoilers. Cuando una saga me fascina, suelo investigar, adelantarme, querer saberlo todo. Esta vez, aunque me atrapa profundamente, no tengo esa necesidad. Quiero que cada libro me sorprenda y me atrape en su tiempo, con su ritmo.

Punto para el autor.



Angie W. Niconella


Siguiente libro de la saga: El Dique - Blackwater II


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