Cuando tenemos un pasatiempo, buscamos sitios especiales para alimentarlo, rincones donde disfrutar de ese placer, espacios donde ser nosotros mismos y donde conocer a apasionados, como nosotros, por ese algo particular. Así que, para un lector, una buena librería es un sitio mágico, un templo en el cual puede ser feliz unas cuantas horas.
Siempre que visitaba una librería, me sentía vigilada y perseguida, como si desconfiaran de mi integridad y pensarán que escondería en cualquier momento un libro en mi bolso. Me sentía cohibida, sin poder ojear los libros y encontrar entre los párrafos, un algo que captara mi interés.
No había familiaridad, calidez para preguntar por títulos que había olvidado o por historias de las que solo tenia en mente pedazos que había escuchado en conversaciones u otras lecturas realizadas. Eran negocios solamente y quienes atendían ni siquiera tenían verdadera pasión por lo que hacían.
¡Hasta que la encontré!
La Librería Pandora, se ubicada en el barrio Belén de Medellín, actualmente en el centro comercial Alpes Plaza. El lugar es acogedor y la atención es excelente.
Lo que más recomiendo del lugar, es sin duda la información que reside en su dueño, quien personalmente atiende y tiene en mente la mayoría de las historias que busco, en ocasiones sin recordar nombre, titulo o autor, pero que el siempre descifra y ubica entre sus reservas y bodega.
La librería además, enlaza la lectura con otras actividades culturales, así que organizan en ocasiones reuniones de lectura, pintura de mándalas, firmas de libros, entre otros espacios, que se ven acompañados por suaves notas de saxofón, de gaitas o un aromático café.
Con estas descripciones, no tengo que explicar mucho más porque me siento tan feliz y cómoda en este lugar, cada que busco un nuevo mundo de letras en el cual perderme.
A continuación algunas imágenes para darles una idea del ambiente que se vive en este lugar:
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| Club de Lectura |
Angie W. Niconella
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