La Mujer Justa

Sinopsis: Tres voces, tres puntos de vista, tres sensibilidades diferentes para desentrañar una historia de pasión, mentiras, traición y crueldad concebida por Sándor Márai en los años cuarenta, los años de El último encuentro y Divorcio en Buda, la época más fértil y lúcida de la obra del gran escritor húngaro. Compuesta de tres monólogos, correspondientes a los tres personajes que conforman la novela, esta edición de La mujer justa reúne por primera vez en castellano las dos primeras partes, publicadas en 1941 en Hungría, y la tercera, escrita durante el exilio italiano de Márai y añadida a la versión alemana de 1949.

Una tarde, en una elegante cafetería de Budapest, una mujer relata a su amiga cómo un día, a raíz de un banal incidente, descubrió que su marido estaba entregado en cuerpo y alma a un amor secreto que lo consumía, y luego su vano intento por reconquistarlo. En la misma ciudad, una noche, el hombre que fue su marido confiesa a un amigo cómo dejó a su esposa por la mujer que deseaba desde años atrás, para después de casarse con ella perderla para siempre. Al alba, en una pequeña pensión romana, una mujer cuenta a su amante cómo ella, de origen humilde, se había casado con un hombre rico, pero el matrimonio había sucumbido al resentimiento y la venganza. Cual marionetas sin derecho a ejercer su voluntad, Marika, Péter y Judit narran su fallida relación con el crudo realismo de quien considera la felicidad un estado elusivo e inalcanzable.

Márai inició su carrera literaria como poeta y ese aliento pervive en La mujer justa. En esta novela están sus páginas más íntimas y desgarradas, las más sabias. Su descripción del amor, la amistad, el sexo, los celos, la soledad, el deseo y la muerte apuntan directamente al centro del alma humana.

Ficha Técnica

Autor: Sándor Márai

País: Hungría.

Año: 1941

Genero: Novela Filosófica.

Subgénero: Romántica, Drama, Psicológica.

Temas: Amor, Divorcio, Familia.

Número de Libros: 1/1

Opinión Personal

Puntuación que le doy: 10/10

La recomiendo: Si

La volvería a leer: No

Reto desbloqueado: No Aplica.

La mayoría de los autores nos sumergen en sus historias desde la perspectiva de un protagonista único, dejando al lector la tarea de interpretar los gestos, palabras y silencios de los demás personajes que coexisten en la trama. Sin embargo, la verdadera proeza radica en construir la mente y las experiencias de tres personajes distintos sin que estos se mezclen en sus modismos y personalidades, un desafío que rara vez se encuentra en la literatura contemporánea.

La verdadera magia de este libro reside en su capacidad para permitirnos adentrarnos en los sentimientos y vivencias de un acontecimiento tan impactante como es un divorcio, desde la óptica de los tres protagonistas involucrados. Este enfoque revela con contundencia que cada mente y cada individuo constituyen un universo único, y que la comunicación entre ellos puede ser, en ocasiones, compleja e incluso inexistente.

Los temores y traumas palpables que experimentan los protagonistas en esta obra resultan profundamente tangibles. Marika, una mujer de clase burguesa educada para ajustarse a los estándares sociales de la época, idealiza un matrimonio que nunca llega a materializarse completamente, enfrentándose a una dolorosa falta de reciprocidad por parte de su esposo que el paso del tiempo no logra mitigar.

Peter, por otro lado, es un hombre atormentado por sus demonios internos, cuyos conflictos internos lo sumergen en una constante lucha entre lo correcto y sus propios deseos. Su rebeldía ante su estatus social burgués lo lleva a actuar como un auténtico revolucionario en una época de convenciones rígidas, y su enamoramiento por Judit se convierte en un desafío directo a las normas sociales que ha debido acatar durante años.

Judit, a su vez, emerge como el personaje más volátil y complejo de la novela. Marcada por una infancia dura y una adolescencia marcada por la desilusión y las aspiraciones truncadas, parece llevar consigo una sed de venganza sutil contra la clase a la que nunca terminó de comprender y a la que, a su vez, nunca logró pertenecer.

Cada personaje nos narra su versión de la historia en intervalos temporales diversos, lo que contribuye a brindarnos una visión panorámica del escenario donde se desenvuelve la trama, con sus complejas realidades sociales que explican en gran medida las motivaciones y conductas de cada uno.

Las heridas dejadas por la guerra, la invasión y la incertidumbre ante la fragilidad de la paz entre dos guerras mundiales se manifiestan con crudeza en el relato, tanto en los sentimientos de los personajes como en las descripciones que nos transportan a ese período histórico. La realidad política de la época deja una profunda huella en la vida de las personas, transformando corazones, mentes y entornos de una manera irreversible.

Por último, es importante resaltar que el título del libro, en un principio sugerente de conceptos como la justicia y la equidad, termina revelándose como una reflexión sobre lo que consideramos justo en función de nuestras propias expectativas y vivencias personales, lo que nos hace replantearnos nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

Angie W. Niconella